sábado, 13 de noviembre de 2021

SALUD INTEGRAL CON PROMOCIÓN Y PREVENCIÓN DE SALUD BUCO-DENTAL

 

 

Desde la Declaración Universal de Derechos Humanos, de 1948, se menciona la salud como parte del derecho a un nivel de vida adecuado (art. 25). El derecho a la salud también fue reconocido como derecho humano en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, de 1966.

La salud como producto social es el producto de la interacción de los determinantes sociales, culturales, institucionales, de los cuidados individuales y colectivos de la salud, de las políticas del estado.

La salud integral la principal condición del desarrollo humano, es el estado del bienestar ideal y solamente lo alcanzamos cuando existe un equilibrio entre los factores físicos, biológicos, emocionales, mentales, espirituales y sociales, que permiten un adecuado crecimiento y desarrollo en todos los ámbitos de la vida.

La promoción de la salud es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como "el proceso que permite a las personas incrementar el control sobre su salud". Promoción de la salud fomenta cambios en el entorno, es el abordaje de los determinantes sociales. Estos cambios incluyen modificaciones en las comunidades y los sistemas de salud, con gestión territorial; son programas que garanticen el acceso a los servicios de salud o políticas que establezcan educación sanitaria, hábitos saludables, parques públicos para la actividad física de las personas y salud mental. La promoción de la salud implica una manera particular de colaborar: se basa en la población, en la participación ciudadana, es multisectorial, intersectorial, es sensible al contexto y opera en múltiples niveles.

  

PRESENTACIÓN

Somos parte de quienes proponen desarrollar el perfil profesional del Cirujano Dentista para América Latina y el Perú del Siglo XXI como un odontólogo general, con conocimiento y comprensión de las ciencias básicas biomédicas y una sólida formación técnico-científica en el marco de la postmodernidad y la cultura digital; con competencias para participar de la salud integral y resolver la mayor parte de los problemas de salud bucal, tanto a nivel individual como comunitario, actuando con ética y profesionalismo.

El Cirujano Dentista del nuevo milenio debe poseer formación humanística; consciente de su responsabilidad frente a los determinantes sociales en la promoción, prevención, tratamiento y mantenimiento de la salud bucal de la población, basado en la evidencias; con capacidad de comunicación, gestión y liderazgo; ser capaz de asumir liderazgo e integrar en forma eficiente y responsable un equipo interdisciplinario de salud; con espíritu crítico para investigar y socializar su conocimiento, conocedor de su papel como agente de transformación de la realidad social y responsabilidad con el medio ambiente; consciente de la necesidad de actualización permanente de sus conocimientos, motivado en el proceso de aprendizaje continuo y en el desarrollo de acciones que contribuyan a su crecimiento personal y profesional.

Por ello es que se propone ir trabajando los temas de salud integral y odontología, redefiniendo los procesos de promoción de la salud y odontología, ampliando los temas del cepillado dental y el uso de flúor en niños, por un mayor compromiso y procesos para actuar frente a las enfermedades crónicas no transmisibles, las tareas frente al embarazo de la mujer, y el envejecimiento poblacional.

Lo que se pretende es ir abriendo caminos para una odontología con mas perfil sanitario y más comprometida con nuevos horizontes frente a la longevidad de la poblacional; y cómo llegar en mejores condiciones frente a la vida y la salud.


Dra. Marisol Villafuerte Panduro

Directora CAP III Metropolitano

ESSALUD-Huánuco





I.              INTRODUCCIÓN

El concepto de salud asume a los determinantes sociales de la salud como las condiciones sociales en que las personas viven y trabajan, que impactan sobre la salud. De manera que los determinantes sociales de la salud se refieren tanto al contexto social como a los procesos mediante los cuales las condiciones sociales se traducen en consecuencias para la salud.

Los determinantes sociales objetos de políticas públicas son aquellos susceptibles de modificación mediante intervenciones efectivas por parte del Estado y las comunidades.

El concepto de determinantes sociales surge con fuerza desde el 2008 en Naciones Unidas y la OMS; hace dos décadas, ante el reconocimiento de las limitaciones de intervenciones dirigidas a los riesgos individuales de enfermar, que no tomaban en cuenta el rol de la sociedad. Los argumentos convergen en la idea que las estructuras y patrones sociales forman u orientan las decisiones y oportunidades de ser saludables de los individuos.

Así una pregunta clave para las políticas de salud es: ¿Hasta qué punto es la salud una responsabilidad social y no sólo una responsabilidad individual? Esta pregunta es central al enfoque de determinantes sociales y amplia el foco de los esfuerzos en salud pública más allá de las personas e incluso las comunidades para analizar las causas sociales más estructurales.

Por otra parte, la atención de salud no solo no es la principal fuerza que determina la salud de las personas, sino que son otros determinantes como la calidad de vida, cultura, educación, trabajo; siendo estos los factores que explican y permiten a las personas mejorar o mantener su salud que los servicios a los cuales acceden cuando se enferman.

El abordaje de los determinantes sociales propone:


a) Fortalecimiento de la gobernanza (proceso a través del cual los gobiernos, organizaciones sociales y ciudadanía interactúan y toman decisiones) para abordar las causas de las inequidades en salud

b)    Promoción de la participación ciudadana

c)   Función de la Autoridad Sanitaria Nacional en la reducción de las inequidades en Salud

d) Análisis cualitativo para fundamentar las políticas de abordaje y asumir la responsabilidad sobre los determinantes sociales.

Salud integral es cuando no nos referimos únicamente a la ausencia de enfermedades. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la salud integral es el estado de bienestar físico, emocional y social de un individuo.

Es decir, es importante que cada persona tenga un cuerpo sano, una mente en forma y que se adapte y se desarrolle de forma adecuada con su entorno. La salud integral impulsa las habilidades de cada persona como persona única.

Cuando se habla de salud, de inmediato hacemos la asociación a la ausencia de enfermedad pero la verdad es que tener salud, comienza por ofrecer un entorno ambiental adecuado para que un ser humano pueda cubrir sus necesidades básicas y poder estar exento de cualquier enfermedad orgánica.

Por lo tanto los ambientes tóxicos, el maltrato por otras personas y la no garantía de tener necesidades básicas como alimentación, aseo personal y educación, son factores que podrían causar una serie de enfermedades que inician desde el punto de vista psicológico y emocional.

Por esa razón, la salud integral se refiere a la integración de la mente, el espíritu, el entorno y el organismo, con el objetivo de reducir el riesgo de aparición de una serie de enfermedades en las que se ha demostrado un desequilibrio emocional y espiritual como causa principal de las mismas.

La promoción de la salud es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como "el proceso que permite a las personas incrementar el control sobre su salud". Este concepto se pone en práctica usando enfoques participativos; los individuos, las organizaciones, las comunidades y las instituciones colaboran para crear condiciones que garanticen la salud y el bienestar para todos.

En términos más sencillos, la promoción de la salud fomenta cambios en el entorno que ayudan a promover y proteger salud. Estos cambios incluyen modificaciones en las comunidades y los sistemas, por ejemplo, programas que garanticen el acceso a los servicios de salud o políticas que establezcan parques públicos para la actividad física de las personas y su convivencia. La promoción de la salud implica una manera particular de colaborar: se basa en la población, es participativa, es intersectorial, es sensible al contexto y opera en múltiples niveles.

El enfoque de entornos saludables, un enfoque de promoción de la salud, implica un método multidisciplinario para promover la salud y prevenir enfermedades a través de un "sistema completo" en lugares o contextos sociales en los que las personas participan en actividades diarias, donde los factores ambientales, organizacionales y personales interactúan para afectar salud y el bienestar.

 

César Torres Nonajulca



II.            HIPERTENSIÓN Y ODONTOLOGÍA

 

La hipertensión es una de las dolencias más comunes. Datos proporcionados por la OMS, estiman que uno de cada cinco adultos la padece y que es causa de la mitad de las muertes ocasionadas por cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.

¿Cómo puede ayudar a mejorar su calidad de vida?

Según recomienda que cada nueva visita, cada nuevo paciente, debería someterse a un examen de su presión sanguínea. Más aún si tenemos en cuenta que más del 30% de los pacientes hipertensos no saben que los son. O lo que es lo mismo, están sin diagnosticar. Además, en caso de que se trate de pacientes diagnosticados, sería necesario monitorizar su presión arterial en tratamientos de compromiso más elevado como la colocación de implantes o las cirugías.

Pacientes hipertensos

¿Cómo debería actuarse ante un paciente hipertenso? Si se trata de un paciente no diagnosticado, lo más recomendable es no iniciar el tratamiento odontológico hasta tener un informe completo de su estado. Se debería remitir el paciente a su médico de cabecera para que sea éste quien lleve a cabo las pruebas clínicas pertinentes que permitan un diagnóstico. Lo ideal es comenzar el tratamiento odontológico una vez el paciente siga su propio tratamiento contra la hipertensión.

Por otro lado, conviene llevar una monitorización de los pacientes en sus sucesivas visitas. De este modo podrá descubrirse si el paciente es hipertenso de modo regular y contribuir a disminuir el número de pacientes no diagnosticados.

Y como el odontólogo es un profesional de salud sería, por tanto, deber del mismo, informar al paciente hipertenso de los riesgos y complicaciones que pueden derivarse de su estado.

A nivel práctico, hay que tener controlados aquellos aspectos que pueden alterar la presión sanguínea. En este sentido es básico el control óptimo del dolor: prevenirlo y minimizarlo ayuda a minimizar la presión.

Estrés y ansiedad son también factores que pueden aumentar la tensión. Se hace fundamental una relación de confianza entre paciente y odontólogo que pasa por informar de un modo sencillo y claro del proceso en el que va a consistir el tratamiento.

En caso de pacientes con un elevado grado de ansiedad puede ser conveniente recurrir a la administración de ansiolíticos. Con este tipo de pacientes evitar los tiempos largos de espera y las sesiones largas.

Ya hemos visto en otras ocasiones la relación que existe entre salud oral y corazón. Hay que tener en cuenta que los pacientes con periodontitis son de por sí más propensos a sufrir dolencias cardiovasculares. Si, además, el paciente es hipertenso habrá que poner especial cuidado en su tratamiento.

En definitiva, el odontólogo, como profesional de la salud, puede ayudar a reducir el elevado índice de mortalidad derivado de este tipo de dolencias. 

III.           DIABETES Y ODONTOLOGIA

La diabetes es una enfermedad que se presenta cuando el nivel de glucosa en la sangre, también conocido como azúcar en la sangre, es demasiado alto. La glucosa en la sangre es la principal fuente de energía y proviene de los alimentos.

La insulina, una hormona que produce el páncreas, ayuda a que la glucosa de los alimentos ingrese en las células para usarse como energía. Algunas veces, el cuerpo no produce suficiente o no produce nada de insulina o no la usa adecuadamente y la glucosa se queda en la sangre y no llega a las células.

Con el tiempo, el exceso de glucosa en la sangre puede causar problemas de salud. Aunque la diabetes no tiene cura, la persona con diabetes puede tomar medidas para controlar su enfermedad y mantenerse sana.

A veces las personas cuando tiene diabetes dicen que tienen “un poquito alto el azúcar” o que tienen “prediabetes”. Estos términos nos hacen pensar que la persona realmente no tiene diabetes o que su caso es menos grave. Sin embargo, todos los casos de diabetes son graves.

 Síntomas más frecuentemente asociados a la diabetes:

·         Síndrome de boca seca

·         Síndrome de boca ardiente o estomatodinia

·         Presunta infección candidiásica

·         Agravamiento de infecciones (Periodontitis)

·         Ulceración en mucosa lingual

El síndrome de la boca ardiente o estomatodinia, es una situación compleja que se ha definido en los últimos años, y por ello previamente pasaba desapercibida en muchos pacientes. Su causa es desconocida pero afecta sobre todo a mujeres (en proporción de siete a uno con los varones), y aparece generalmente alrededor de la menopausia o después de ella, de tal forma que es excepcional por debajo de los 30 años. Suele asociarse a síntomas depresivos o ansiedad, aunque muchos pacientes refieren que esta depresión está desencadenada por las molestias que les causa este síndrome, ya que les impide llevar una vida normal. Se especula con que pueden contribuir a él tres tipos de causas; locales, generales y emocionales o psicológicos.

Si bien no se trata de una sintomatología patognomónica de diabetes, la aparición de estos signos y síntomas debe alertarnos hacia la posibilidad de que se traten de una manifestación de dicha enfermedad.

En definitiva, y como conclusión es la importancia y la responsabilidad de diagnosticar una enfermedad tan importante como ésta.


 IV.          ODONTOLOGÍA Y GESTANTES

El embarazo es un estado fisiológico modificado, en el cual el organismo materno sufre una serie de ajustes hormonales, cardiovasculares, respiratorios, urinarios y estomatológicos, todas ellas alteraciones adaptativas temporales para la madre, con el fin de dar cabida al feto.

La paciente debe asistir a la consulta odontológica como parte del programa salud materna. El odontólogo debe establecer medidas para lograr una boca saludable, así como una higiene bucal óptima. Se debe tener un cuidado especial para evitar la presencia abundante de placa y prevenir la inflamación gingival (Idiopática).

Las manifestaciones orales durante el embrazo

Durante el embarazo se pueden producir manifestaciones en la cavidad oral típicas de este periodo.

Las enfermedades gingivales son las más frecuentes en un 50%, por causa de la hiperactividad inflamatorio de origen hormonal y una inadecuada higiene bucodental.

Aproximadamente al 5% de las mujeres embarazadas les aparece el granuloma del embarazo, se trata de una lesión indolora y eritematosa muy vascularizada originada en la papila dental y localizada en la región vestibular del maxilar.

La posición del sillón dental en el periodo gestacional

La posición del sillón dental varía según el trimestre del embarazo, siendo cada vez menos inclinado a medida que el embarazo avanza.

En el primer trimestre del embarazo, la posición del sillón puede ser bastante estirado, unos 165º aproximadamente

En el segundo trimestre, la posición del sillón en la consulta debe disminuirse a un ángulo de 150º.

En el tercer y último trimestre, se recomienda trabajar con la paciente sentada y el respaldo del sillón dental casi recto, para evitar la hipotensión, taquicardia y la perdida de consciencia.

Las radiografías y el embarazo

Es sabido que durante el embarazo se debe evitar cualquier exposición a los rayos X. Es recomendable que el odontólogo realice el menor número de radiografías durante el primer trimestre, ya que es el periodo de formación más importante para el feto y por lo tanto existe un mayor riesgo.

Es preferentemente realizar panorámicas, periapicales o aletas de mordida que cualquier otro tipo de radiografías. Es de gran importancia saber que siempre que se realice cualquier radiografía en una paciente embarazada protegerla con un mandil de plomo.

Atención odontológica por trimestre

En el primer y tercer trimestre se pueden realizar controles de placa dental, instrucciones de higiene oral, profilaxis y raspados simples y únicamente los tratamientos de emergencia.

En el segundo trimestre los procedimientos dentales son preferibles realizarlos en este periodo. Se pueden hacer los mismos tratamientos incluyendo el tratamiento dental de rutina.

Nutrición y odontología durante el embarazo

Desde el punto de vista anatómico, al nacer el niño tiene los 323 dientes permanente y los 20 dientes temporales, los mismo que tienen un cronograma de erupción y recambio para la totalidad de la vida del ser humanos.

En ese contexto, desde el punto de vista de la promoción de la salud es conveniente que los Cirujanos Dentistas intervengan en los procesos de educación de la madre durante la gestación, que no solo es trasladar capacidades de educación sanitaria para el cuidado de la boca y los dientes.

El cirujano dentista debe ser parte del proceso de cambios de hábitos nutricionales, empezando por los 09 meses de embarazo, la importancia de la dieta para la formación de los dientes y su cronología de erupción.

En la niñez y la vida adulta los dientes serán fundamentales para que el ser humano, no solo por la importancia en la salud integral, lo será en el desarrollo de su psicología y capacidades sociales y laborales.

 

 V.            ADULTO MAYOR Y ODONTOLOGÍA

 

Como ha quedado de manifiesto, ninguna duda cabe que el envejecimiento de la población es considerado, y con razón, uno de los grandes desafíos para la humanidad en este siglo XXI.

Los informes demográficos presentados por la ONU han puesto en evidencia que la situación ha dejado de ser preocupación exclusiva de los países ricos. Desde 1982, cuando se celebró en Viena la I Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, también naciones en desarrollo vienen “envejeciendo” al igual que las desarrolladas. El último informe que contiene los resultados de las estimaciones y proyecciones demográficas de las Naciones Unidas se señala que: “Se prevé que, a nivel mundial, el número de personas de 60 años o más casi se triplique y pase de 672 millones en 2005 a cerca de 1.900 millones en 2050. Si bien actualmente 6 de cada 10 personas de ese grupo de edad viven en países en desarrollo, en 2050 la proporción será de 8 de cada 10. Se prevé que el aumento del número de personas de edad muy avanzada (personas de 80 años o más) será aún más pronunciado (de 86 millones en 2005 a 394 millones en 2050)”.

El segmento de población que más crece es sin duda el de las personas mayores de 80 años. Si en el año 2000 había en el mundo 69 millones de personas que pasaban de esa edad, en el 2050 se supone que llegará a valores superiores a 5,5 veces más que la de ahora.

Para el 2050, se prevé que habrá al menos 19 países en los que el 10% de la población alcanzará o sobrepasará los 80 años. Este fenómeno silencioso está reestructurando vertiginosamente la clásica pirámide poblacional en las naciones que lo están experimentando, y su realidad es una advertencia preocupante de que en el corto y mediano plazo el planeta estará compuesto por una población anciana impensada hasta hace muy poco.

Lo anterior, nos obliga a asumir, desde ya, lo que significará proporcionar atención odontológica específica a este grupo poblacional importante, con sus patologías que le son propias y hasta ahora muchas veces descuidadas por malos hábitos sociales de educación e higiene. A futuro, y considerando las recomendaciones y conclusiones aquí expuestas, fundamental será la educación en prevención como también las aportaciones de investigaciones científicas que determinan la etiología y tratamiento de las condiciones patogénicas bucales en esta edad.

Se puede aseverar que la forma en que se interrelacionan la atención odontológica y las dimensiones demográficas, epidemiológicas, económicas y éticas de los problemas de salud en el adulto mayor, hacen imperioso e impostergable la necesidad de un análisis colectivo, para aunar los esfuerzos en búsqueda de políticas aplicables de prevención y promoción de la salud para este grupo poblacional que se incrementará de forma inevitable en los próximos años.

Una regular cobertura preventiva es igual de importante para el grupo de la tercera edad que para las otras etapas de la vida. En la mayoría de los adultos mayores faltan, por lo general, piezas dentales y el número de sus restauraciones es elevado. Esto por sí solo representa una preocupante necesidad de estrategias preventivas en los planes de tratamiento de estos pacientes. En muchos casos se torna difícil la continuidad de una terapia restaurativa (transporte hacia la consulta dental, efectos secundarios de anestésicos locales, peligro de complicación ante extracciones, etc.), lo que aumenta la importancia de la conservación de la salud bucal a través de apropiadas estrategias de prevención.

El tratamiento se torna en especial difícil cuando se llega a estados en los que estos casos necesitan la asistencia de terceros, cuando la higiene oral no puede seguir siendo efectuada de manera eficiente en forma autónoma, en pacientes incapacitados para valerse por sí mismos (parálisis, Parkinson, Alzheimer, etc.). En casos en que no exista personal instruido para ayudar con el aseo personal (higiene bucal, administración de enjuagatorios fluorados, etc.,) se dará por regla general una rápida y compleja destrucción de la dentadura. Por desgracia, en muy pocos lugares del mundo la asistencia y cuidado del paciente en asilos de ancianos y hospitales es garantizada; asi como los programas de prótesis social, que palie de alguna manera la discapacidad funcional de la falta de dentadura y la anemia del adulto mayor.

 

 

Noviembre 2011