El presidente de la Asociación de Clínicas
Particulares del Perú, Sebastián Céspedes, dijo a ojo-publico.com que existe
concentración de grupos económicos en el sector de la salud privada y que parte
del negocio de las clínicas está en venderle sus servicios al Estado, en la
medida que aumentan los pacientes afiliados al sistema público de cobertura
médica y los hospitales están saturados para atenderlos.
En mayo del 2012, cuando los grupos financieros
Credicorp y Breca cerraban la compra de importantes clínicas limeñas, los
voceros de la Asociación de Clínicas Particulares del Perú (ACP) pidieron al
Ministerio de Salud que regulara el proceso de concentración empresarial en el
sector con el argumento de que ponía en riesgo la libertad de competencia. Este
gremio, que agrupa a 86 empresas del país, advertía el siguiente escenario: las
corporaciones que ya eran dueñas de las más grandes aseguradoras y Entidades
Prestadoras de Salud (EPS) terminarían tomando el control de todos los
eslabones de la cadena de asistencia médica al hacerse de la propiedad de
clínicas, centros médicos y laboratorios para direccionar a sus afiliados a los
servicios que les generaban mayor rentabilidad.
Para las 86 clínicas
asociadas estaba en juego su principal fuente de ingresos: las empresas de
seguros y las EPS pagaban a las clínicas 1.250 millones de soles anuales por
los servicios que prestaban a sus clientes afiliados a planes de cobertura
médica. Si las aseguradoras compraban o construían sus propios servicios de
salud, las clínicas independientes se quedarían sin una demanda de pacientes y
tendrían una enorme desventaja para competir en el mercado.
Sin embargo,
tres años después, los temores de este gremio parecen haberse diluido. En esta
entrevista con ojo-publico.com, el actual presidente de la ACP,
Sebastián Céspedes Espinosa, dice que parte del negocio de las clínicas está en
venderle servicios al Seguro Integral de Salud (SIS), financiado por el Estado,
en la medida que aumentan los pacientes afiliados al sistema público de
cobertura médica y los hospitales están saturados para atenderlos.
Pocos grupos
económicos están concentrando la propiedad de las empresas de
seguros, de administración de fondos de cobertura médica y de las clínicas.
¿Quién se beneficia más las empresas o los pacientes?
Es una tendencia
mundial que las concentraciones del mercado sean de grandes corporaciones, de
grandes grupos económicos. [Evita responder la primera pregunta].
En el Perú, los
bancos se han convertido en los principales inversionistas del sector privado
de la salud...
La salud es un
tema que cada día va a cobrar más importancia en el mundo, toda vez que la edad
de vida promedio de las personas ha aumentado. Hay una serie de indicadores que
hacen ver que la población que necesitará un seguro de salud va a
seguir creciendo. Esta concentración de grupos empresariales o
integraciones verticales de empresas aseguradoras y prestadores de salud no es
de por sí mala. Nos estamos preocupando mucho por un pequeño grupo de empresas
que solo atienden al 2 o 3 por ciento de la población en el país [los
reportes oficiales indican que dos millones de personas se atienden en
clínicas, cifra equivalente al 6 por ciento] y que gozan de buenos niveles
de satisfacción de parte de sus usuarios. El sector privado de salud lidera
desde hace muchísimos años el nivel de buena percepción de calidad de servicio
en cualquier encuesta que usted pueda revisar.
Inicialmente, la
Asociación de Clínicas Particulares del Perú dijo que si las grandes
aseguradoras concentraban el dominio de las clínicas esto podía implicar
que abarataran costos sacrificando la calidad de la atención a los pacientes.
¿Ya no es una preocupación?
No. Para
nosotros no es una preocupación que haya grandes corporaciones en el sector
salud. Al contrario, es un aliciente a la competencia. Sí es una preocupación
que se termine focalizando siempre la atención [de la prensa] en una parte del
servicio de salud tan restringida como el privado.
El interés sobre
el tema existe porque hay una efervescencia de compras de clínicas por parte de
los grandes grupos financieros. ¿Qué escenario se proyecta en el mercado de
salud?
En principio
bastaría solo con hacer un análisis muy sencillo del número de personas que
están aseguradas en Essalud y el Seguro Integral de Salud. Tenemos más de 20
millones de personas que tienen un seguro médico que se atienden estrictamente
en la red de sus seguros. Pero qué pasaría si esa prestación también fuera
brindada por privados. Hay una enorme oportunidad. En el 2009, cuando se
aprobó la Ley de Aseguramiento Universal en Salud para ampliar el número de
peruanos con seguro médico, la Asociación de Clínicas Particulares del Perú la
apoyó porque era un buen marco legal para el país. También es buena para
nosotros porque se empezaron a abrir oportunidades de mercado para que el
sector privado empiece a prestar servicios al Seguro Integral de Salud y a
Essalud.
Es
una tendencia mundial que las concentraciones de mercado sean de grandes
corporaciones.
En la última
década, la población de afiliados al sistema privado de salud no creció mucho,
pero las facturaciones de las clínicas sí aumentaron. ¿Por qué?
Hubo un
incremento de tarifas. Cuando hay un incremento de tarifas para el mismo
volumen de atención de afiliados, hay más ingresos. El otro factor es que
muchas clínicas hemos creado nuestros propios planes de salud para
venderlos a pacientes fidelizados con nuestros servicios. Entonces, los
ingresos de las clínicas terminan siendo ingresos por servicios a afiliados de
seguros médicos (por convenios con aseguradoras y Entidades Prestadoras de
Salud) e ingresos por la venta de planes propios de cobertura de salud.
¿Cómo establecen
sus tarifas las clínicas?
Antes, la
Asociación de Clínicas Particulares del Perú y la Asociación Peruana de
Empresas Seguros llegaban a un acuerdo para establecer su tarifario, pero la
última vez que se actualizó ese tarifario de ese modo fue en 1999. Ahora
estamos trabajando en una nueva actualización.
Si pocas
corporaciones concentran toda la cadena de atención, desde la venta de seguros
hasta la prestación de servicios en clínicas de su propiedad. ¿No es más fácil
que impongan el tarifario más conveniente para su rentabilidad o haya hasta
situaciones de concertación de tarifas?
La verdad es que
se trata de un mercado tan pequeño que siento que ese riesgo no debería de
darse.
LAS MULTAS
PENDIENTES
La herramienta Cuidados
Intensivos de ojo-publico.com reveló que 32
clínicas tienen multas por más de diez millones de soles en el Instituto
Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual
(Indecopi) por malas prácticas de atención a sus pacientes. La lista de
empresas sancionadas la encabeza Oncosalud, las clínicas Ricardo Palma,
San Pablo, Internacional y San Gabriel por el número de multas acumuladas. Sin
embargo, la mayoría de empresas llevó los casos ante el Poder
Judicial para evitar el pago de las sanciones. El presidente de la ACP,
Sebastián Céspedes, sostiene que sus asociadas siguieron este camino porque el
Indecopi actuó en forma arbitraria.
La Asociación de
Clínicas Particulares del Perú no ha reconocido varios de los fallos
sancionadores del Indecopi en contra de varias de sus asociadas ¿Por qué?
Lamentablemente,
en más de una oportunidad Indecopi sancionó actos médicos sin tener el
conocimiento suficiente para eso. No fue una instancia técnica calificada para
evaluarlos. Si bien tuvo la buena idea de buscar peritos médicos para
dictaminar los casos que recibió, esos peritos no fueron idóneos ni
imparciales.
¿De dónde
vinieron esos peritos médicos?
No lo sé, pero
en más de una oportunidad hemos cuestionado a algunos de sus peritos por no
tener las condiciones o los requisitos adecuados. El Indecopi sancionó a su
mejor saber y entender. Alternativamente, se ha creado la Superintendencia
Nacional de Salud (Susalud), que es una instancia técnica a la que deberíamos
recurrir. Entiendo que se están transfiriendo en forma progresiva los casos de
atención médica que recibe el Indecopi hacia Susalud. Sin embargo, ya hemos
enfrentado sanciones tremendas…
Multas
administrativas...
Las multas que
puso el Indecopi a su mejor saber y entender fueron absolutamente arbitrarias
cuando se sancionó a una clínica por algo que ellos creyeron que no estuvo bien
hecho. Eso fue objetable. De ahí que muchas veces se impugnaron las
resoluciones del Indecopi y se llegó a una instancia judicial.
¿Cree entonces
que la Susalud tendrá los peritos médicos apropiados?
El quehacer de
Susalud está ligado, fundamentalmente, al tema de la salud. Hemos visto que en
los últimos años su presupuesto se incrementó de una manera significativa y el
organismo pasó por todo un proceso de transformación y reorganización. Susalud
está en condiciones de poder atender los reclamos y denuncias de los usuarios
de los servicios médicos. [Susalud es dirigida actualmente por Flor de María
Philipps, exgerenta de Pacífico Seguros y del Complejo Hospitalario San Pablo].
¿Existe un
indicador o una tasa de casos de negligencia médica en los servicios de salud
privados en el Perú?
En la asociación
de clínicas no lo tenemos. Este es un sector que está expuesto a muchos riesgos
y también a la incomprensión, al juicio crítico de lo que puede estar pasando
en una atención médica. Entiendo que el Poder Judicial podría tener esa
información porque ahí se derivan los casos de negligencia o de mala praxis,
pero no conozco datos del sector privado. La Superintendencia Nacional de Salud
también podría tener ese tipo de información y armar su propio banco de casos
de negligencia médica comprobados. Pero no se olvide que a veces las
personas terminan denunciando negligencias médicas por cualquier cosa.
La
Asociación de Clínicas Particulares no tiene una tasa de casos de negligencia
médica.
¿Sus asociadas
tienen un registro de las sentencias firmes en su contra por casos de
negligencia médica?
No, no tenemos
eso. No hemos hecho una evaluación de los casos que han sido sancionados en el
Poder Judicial. No hemos hecho una estadística. No tengo cómo presentarle una
cifra, pero me queda claro que son muy pocos casos.
Lo que sucedió
en el Complejo Hospitalario San Pablo, donde siete recién nacidos fallecieron
por graves infecciones contraídas en la Unidad de Cuidados Intensivos en el
2013, fue una alerta de cómo está el sistema privado de salud. Además, el caso
no fue sancionado de acuerdo a la proporcionalidad de los daños.
Entiendo que las
entidades del Estado que intervinieron hicieron todo el análisis, investigaron
y sancionaron de acuerdo al arsenal normativo que tenían a la mano. Bueno, las
cosas van evolucionando, los sistemas se van perfeccionando. Ahora las empresas
prestadoras de servicios médicos tenemos un nuevo reglamento que seguramente
hará que tengamos especial cuidado con algunas complicaciones que pudiéramos
tener en las atenciones de salud. Sin embargo, en general, la Clínica San Pablo
es una clínica emblemática y es nuestra asociada.
Pero este caso
abre la discusión de que si esto pasó en una de las clínicas más grandes del
país, cómo estarán las empresas más pequeñas.
Ningún
establecimiento de salud en el país, por más o menos especializado que sea, se
libra de que eventualmente pueda ocurrir una desgracia en sus instalaciones.
Sin embargo, le aseguro que como sector privado siempre vamos a la vanguardia
de la calidad del servicio. Las encuestas lo reflejan.
OJO-PUBLICO
SEPTIEMBRE
2015
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