Los cambios en el centro de gravedad
económica mundial se aceleran
En el año 2030 el centro de gravedad
de la economía mundial se situará en el Asia. China e India impulsarán una
transformación de carácter político, así como el surgimiento de nuevas alianzas
con miras a mantener ciertas áreas de influencia como las rutas de comercio, el
apoyo a acciones militares conjuntas, entre otros; lo cual propone una
extensión de este escenario más allá del 2030. Se está revirtiendo en gran
medida el aumento del poder histórico de Occidente y se está restaurando el
peso en las economías asiáticas.
En el 2030 será notará una gran
transformación en el poder global; no existirá hegemonía alguna de poder por
país. Asia habrá superado a Estados Unidos y Europa situación que tendrá su
explicación en factores como los cambios en el tamaño de la población, la
apertura y el dinamismo de los mercados, el aumento tanto de la mano de obra
calificada como de la tasa de ahorro así como la mayor predominancia del gasto
militar y la inversión en tecnología. Las proyecciones proponen que antes del
año 2030 China será la economía más grande superando a Estados Unidos; mientras
que, Japón y las economías europeas experimentarán un descenso en su ritmo de
crecimiento.
Crecimiento y envejecimiento
poblacional avanza poniendo como desafío la longevidad de la humanidad
Al año 2030 la población mundial
superará los 8 mil millones 500 mil de personas; un incremento en más de 2 mil
300 millones de personas respecto a la población mundial estimada para el año
2000. La población latinoamericana se triplicó pasando de 168 millones 844 mil
personas en 1950) a 526 millones 890 mil personas en el año 2000. Perú al año 2019 alcanzó la cifra de 32
millones de habitantes.
Hacia el año 2030, se calcula que la
población mundial habrá superado los 8 mil millones 500 mil personas; mientras
que al año 2050 la población mundial habrá superado los nueve mil millones 725
mil habitantes. De igual forma se
pronostica que hacia el año 2050, la población latinoamericana bordeará los 784
millones 247 mil personas, mientras que la población del Perú sería de 41
millones 899 mil personas.
A inicios de los años 50, del siglo
pasado, la esperanza de vida al nacer de la población mundial era menor a 47
años. Por su parte América Latina y el Caribe presentaban una esperanza de vida
de 51 años, mientras que en Sudamérica ésta era de casi 52 años. Para el
quinquenio 1995-2000 la esperanza de vida al nacer había aumentado
considerablemente. Así el promedio mundial se encontraba casi en 66 años,
mientras que en América Latina y el Caribe ésta era de 70 años.
En el quinquenio 2010-2015, la
esperanza de vida al nacer a nivel mundial es de 70 años. Mientras tanto en
América Latina y el Caribe es de casi 75 años. Se prevé que entre el 2030 y el
2035 la esperanza de vida al nacer sea de 75 años a nivel mundial; mientras
tanto en la región ésta será de 79 años. Para mediados del siglo XXI se
pronostica que la esperanza de vida siga aumentando, siendo el promedio mundial
de 78 años. El Perú aumento su esperanza de vida al año 2019 está llega a los
73 años, aunque con diferencias entre hombre y mujer.
Para el 2050 se prevé que, a nivel
mundial la población menor de 15 años superará escasamente el 20% de la
población total, mientras que la población mundial mayor de 65 años será de
16%, incrementándose la edad promedio hasta los 36 años. Para finales del siglo
se espera que la proporción entre adultos mayores y niños se haya invertido. En
ese sentido se espera que la población mundial, latinoamericana y peruana de
niños menores de 15 años sea de 18% para el promedio mundial y de 14% para
América Latina y el Caribe; mientras que la población de 65 años a más
representará al 23% de la población mundial y al 32% en el caso de Latino-américa.
El envejecimiento y el desarrollo de
la longevidad humana son una realidad, y los gobiernos no han desarrollado
políticas que asuman cada vez la realidad de una población que tendrá cada día
más demandas en relación a la re inserción laboral y salud.
El proceso de urbanización re define paradigmas y estrategias sanitarias
Incremento del proceso de urbanización;
para el 2030 se estima que en todo el mundo habrá mega-ciudades con más de 10
millones de habitantes, encontrándose la mayoría de ellas – a diferencia del
siglo pasado – en el hemisferio sur. El crecimiento más acelerado de la
aglomeración urbana se dará en las ciudades de tamaño mediano y en ciudades con
menos de un millón de habitantes ubicadas sobre todo el África y Asia. A nivel
mundial existe hoy en día una mayor proporción de personas viviendo en zonas
urbanas (80%) que en zonas rurales (20%), siendo las regiones más urbanizadas
Norteamérica, América Latina y el Caribe y Europa, mientras que por el
contrario África presenta índices más bajos de población urbana. Se estima que
actualmente la población rural asciende a 3.4 mil millones de personas, no
obstante, se prevé que en el 2050 ésta haya descendido a 3.2 mil millones de
habitantes.
En el caso
del Perú, Lima ya es una mega ciudad, y ciudades como Arequipa, Trujillo,
Pucallpa, Huancayo, entre otras de la Costa, van en esa dirección, creando
necesidades de saneamiento, servicios y desarrollo social; así como el
desarrollo de estrategias innovadoras.
Epidemia de Enfermedades No
Transmisibles y cambios acelerados por la pandemia Covid 19 en salud y todos los aspectos de la vida
En la última década se han hecho prevalentes
las enfermedades crónicas degenerativas como principales causas de muerte. Se
prevé que las cuatro principales causas de muerte a nivel mundial en el 2030
serán cardiopatía isquémica, enfermedades cerebrovasculares (accidente cerebrovascular),
enfermedad pulmonar obstructiva crónica e infecciones respiratorias inferiores
(principalmente neumonía). El total de muertes atribuibles al tabaco aumentará
de 5,4 millones en 2004 a 8,3 millones en 2030, momento en el que representarán
casi el 10% de todas las muertes a nivel mundial. Además, se observarán
disminuciones en la mortalidad asociadas a enfermedades transmisibles como el
VIH/SIDA, la tuberculosis y la malaria a lo largo del periodo hacia el 2030.
Las proyecciones de la Organización
Mundial de la Salud (OMS) señalan que las muertes mundiales por VIH/Sida
disminuirán a 1,2 millones de personas en el año 2030, en un escenario base que
asume un aumento en la cobertura con medicamentos antirretrovirales; pese a
esta disminución, esta enfermedad será la décima causa de muerte en todo el
mundo.
En los últimos años de registra un
incremento de las muertes ocasionadas por enfermedades no transmisibles, evento
que ocurrirá en un contexto de envejecimiento de la población, principalmente
en los países de ingresos bajos y medios, lo cual se traducirá en un aumento
significativo de los casos relacionados a enfermedades no transmisibles, en
particular los cánceres. En general, hacia el 2030 se prevé que las
enfermedades no transmisibles representarán más de las tres cuartas partes de
las muertes en el mundo.
La pandemia Covid 19 ha puesto en cuestión a todos los sistemas sanitarios así como las formas de vida hasta hoy. Alto en contagio y baja en letalidad ha llevado a todos los gobiernos a abrir procesos que han afectado la vida cotidiana y han acelerado procesos de digitalizacion, así como la forma en que se han organizado los servicios públicos y privados. Esta en curso una evaluación y es mas probable que existirá una nueva normalidad.
La OMS proyecta hacia el 2030 que el
28% de las muertes mundiales por lesiones tendrán una relación directa con el
aumento del número de accidentes de tránsito. Igualmente, se espera que las
muertes por accidentes de tránsito aumenten a 2,4 millones en 2030, ubicándose
como la quinta causa de muerte a nivel mundial. Esta situación será impulsada
por el aumento del uso y propiedad de automóviles en un contexto de crecimiento
económico en los países de bajo y medianos ingresos.
Desarrollar la Atención
primaria de salud renovada
Frente a este panorama
hacia el 2030, América Latina y el Perú deben desarrollar la atención primaria
en salud (APS), medio por el cual los países menos desarrollados pueden mejorar
la salud de sus poblaciones a pesar de la pobreza, los bajos niveles
educacionales, la nutrición deficiente y otros factores que influyen
negativamente en el estado de la salud.
La atención primaria renovada
en salud se definió como la asistencia sanitaria esencial basada en métodos y
tecnologías prácticos, científicamente fundamentados y socialmente aceptados.
Supone el primer contacto del individuo con el sistema nacional de salud y debe
ponerse al alcance de todos los individuos y familias de una población con
un espíritu de auto responsabilidad y
autodeterminación. Debe implementarse a un costo que la comunidad y el país
puedan soportarlo en todas y cada una de las etapas de su desarrollo.
La atención primaria forma
parte integral tanto del sistema nacional de salud, del que constituye su
núcleo principal y central, como del desarrollo social y económico global de la
comunidad, llevando lo más cerca posible la atención de salud al lugar donde
residen y trabajan las personas, constituyéndose en el primer elemento de un
proceso permanente de asistencia sanitaria.
La atención primaria en
salud hace énfasis en los principios epidemiológicos de promoción y educación.
La promoción de la salud corresponde a las medidas específicas sobre el
individuo, la comunidad o el medio ambiente con el fin de disminuir la
probabilidad de ocurrencia de patologías, creando condiciones favorables para
la salud y desfavorables para la enfermedad, aumentando la resistencia del
individuo. Mientras que la educación para la salud, es el proceso de educación
permanente, que se inicia desde la infancia, dirigido hacia el conocimiento de
sí mismo en todas sus dimensiones tanto individuales, sociales y ambientales,
así como ecológicas, con el propósito de obtener una vida sana y participar en
la salud colectiva.
En América Latina se
espera que con la atención primaria en salud (APS) se resuelvan entre el 80 al 90 % de los
problemas de salud bucal. Las acciones van dirigidas a toda la población,
teniendo en cuenta sus necesidades y aplicando el principio de justicia social
en el control de las enfermedades transmisibles y no transmisibles.
En la APS se enfatiza el
análisis de los factores de riesgo y el control de estas enfermedades mediante
cambios comportamentales, influenciados por determinantes socioculturales de la
población, de las condiciones de vida, de sus niveles de educación, etc.
Estos cambios se pueden
llevar a cabo favoreciendo el acceso universal a los sistemas de salud y
potenciando la reducción de estos factores de riesgo como por ejemplo, educar
la población sobre la dieta, el consumo de alcohol y tabaco, la concientización
por medio de campañas educativas de controles periódicos para mantener al paciente
sano, los programas de planificación familiar entre otros. Estos objetivos de
salud se consiguen más fácilmente en sistemas sanitarios integrados, donde se
combinan los servicios de salud servicios de desarrollo social.
Prepararse para el incremento de uso
de alimentos y la generación de nuevas formas de alimentos sintéticos
Incremento en el consumo de alimentos
El incremento de la población, el crecimiento per cápita de los ingresos y los
cambios en los hábitos de consumo propiciarán un escena rio donde al año 2025
el consumo per cápita de alimentos tendrá niveles crecientes particularmente de carne, alimentos lácteos,
así como aceites vegetales, edulcorantes y cereales. Además, al año 2025 el
consumo mundial de cereales como el trigo, el maíz, el arroz y otros granos
gruesos se incrementará en 11,2%, 15,9%, 14,7% y 10,7%, respectivamente.
Hacia el año 2025, los países
desarrollados continuarán consumiendo el mayor volumen de alimentos en términos
per cápita (ver ilustración 10). Sin embargo, se está cerrando la brecha en el
consumo per cápita de alimentos entre los países desarrollados y los países en
desarrollo; incluso se observan casos de algunos países en desarrollo que han
superado el consumo promedio de los países desarrollados. En tal sentido, hacia
el año 2025 se observará, en los países desarrollados, un incremento del 8,15%
del consumo de productos lácteos en comparación del consumo registrado en el
periodo 2013- 2015; asimismo, se observará un incremento del 6,3% en el consumo
de carne y en menor medida (1,26%) del consumo de pescados.
Asimismo, hacia el año 2025, en los
países en desarrollo, el consumo de alimentos como lácteos, aceites vegetales,
edulcorantes y pescado se incrementará en 21,64%, 18,67%, 16,72% y 11,68%
respectivamente en comparación a lo registrado en el periodo 2013 - 2015.
Mayor automatización del trabajo
Hacia el 2030, cerca del 50% de los
trabajos podrían ser automatizados. La discusión sobre los trabajos del futuro
ha tomado especial interés en todo el mundo, tanto en el ámbito académico como
en lo político. Conforme avanza la tecnología; los gobiernos, los trabajadores
y la sociedad civil se esfuerzan para ir a la par con esta tendencia mundial.
Desde hace tiempo, algunos expertos
afirmaban que el número de empleos que se crearían por el surgimiento de nuevas
tecnologías seria el mismo que el que se destruiría; sin embargo, en la
actualidad, se tiene preocupación por el efecto de los cambios tecnológicos en
el volumen y naturaleza del trabajo, considerándolo, así como uno de los
principales desafíos para las próximas décadas.
Respecto al volumen del trabajo, hay
indicios que la automatización en los procesos de
producción va a reemplazar la mano de
obra a un ritmo cada vez más creciente20.Benedikt and Osborne (2013)
encontraron que el 47% de los empleos de Estados Unidos podría correr un alto
riesgo (más del 70%) de ser reemplazados por mano de obra robótica en los
próximos 10 o 20 años21. Chang and Phu (2016) estimaron que el 56% de los
empleos en la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático podrían tener el
riesgo de ser desplazados por la automatización de las nuevas tecnologías.
De manera similar, el Banco Mundial
(2016) encontró similitud de resultados en cerca del 70% en países como India,
Bangladesh, China, Camboya, Nepal y Etiopia. Alternativamente, Arntz et al
(2016) realizaron un estudio para 21 países OCDE y se encontró que cerca del 9%
de los trabajos correrían un alto riesgo de ser automatizados.
Por último, McKinsey (2017) estimó que
el 47% de las actividades laborales22 tendrían el potencial para ser
automatizados utilizando la tecnología existente, y menos del 5% de todas las
ocupaciones podrían tener el potencial para ser totalmente automatizados. En
base a un análisis de escenarios determinó que alrededor del año 2055 el 50% de
las actividades de trabajo actuales del mundo serán automatizadas (ver
ilustración 33). En cuanto a la naturaleza del trabajo, es probable que la
evolución tecnológica traiga consigo cambios en la fisionomía laboral, en las
relaciones laborales y en la calidad de vida de las personas, pero también
transformaciones en las ocupaciones y en las habilidades requeridas (OIT, 2017).
La tecnología no sólo ha transformado
los modelos de trabajo, sino que viene generando cambios en las modalidades
contractuales. Por ejemplo, en economías avanzadas se ha reducido el porcentaje
de trabajadores con contratos indefinidos: muchos asalariados hoy en día son
trabajadores por cuenta propia. Similar trayectoria se registra en economías
emergentes y en países en desarrollo como Brasil, Rusia, India, China y
Sudáfrica (OIT,
2015).
La evidencia también revela que las
relaciones laborales serán cada vez menos estables. Un estudio de
Price Waterhouse Coopers (2013) muestra que el empleo temporal se ha incrementado
en varias economías desarrolladas, señal de un aumento del trabajo parcial o
trabajo a distancia (glocalización). Pero no solo eso, sino que generará
cambios significativos en las calificaciones.
Los trabajadores con calificaciones
limitadas o tradicionales serán los más afectados por los cambios tecnológicos,
seguido por los trabajadores de avanzada edad, los mandos medios y el personal
administrativo (OIT, 2015). El desafío de las nuevas tecnologías no es la
pérdida de empleos, sino más bien la forma de cómo afrontar los cambios en la
composición de la demanda laboral y el tipo de cualificación necesaria para
reorientar las políticas educativas y laborales que alivien la profunda
desigualdad social. Si bien las nuevas tecnologías representarán una ventana de
oportunidades estás podrían ser compensadas por los efectos negativos sobre el
empleo.
El
continuo desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA) Hacia el 2045 se
iniciará el despegue de la súper inteligencia artificial. La IA se define como
la capacidad de máquinas y sistemas para adquirir, aplicar conocimientos y
llevar a cabo el comportamiento inteligente. Esto significa realizar una amplia
variedad de tareas cognitivas, por ejemplo, detección, procesamiento de
lenguaje oral, razonamiento, aprendizaje, toma de decisiones y demostrar una
capacidad para mover y manipular objetos en consecuencia
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